
Julio de 1983. Barry Allen pasa sus vacaciones en Mallorca. Allí conoce a una chica negra que le vuelve loco. Los paradisíacos paisajes baleares y unas cuantas copas de más les llevan a una apasionada y lujuriosa noche en la playa. Pero claro, ya se sabe con Barry Allen, fue una noche corta, y tras recordar que tenía familia en Estados Unidos se larga pitando antes que la muchacha despierte.
Al poco tiempo la chica descubre que está encinta, y como no quiere ser madre soltera entrega a su bebé en adopción. Es cuando entra en escena la familia Odonkor, que adoptará al niño para darle todo su amor y ternura.
Cuando el pequeño David apenas empezaba a hablar ya sus padres notaban algo raro. Le llamaban para comer y no habían dicho más que “Da…” y el niño ya se había sentado a la mesa, comido dos filetes y una sandía de postre. A su padre se le ocurrió que el niño valía para el atletismo ante tamaña velocidad, pero a David le molaba eso que se jugaba dándole patadas a un balón y se lanzó a la aventura.
Tras pasar por los modestos JSG Holsen-Ahle y Bünder ASV un grande de Alemania como el Borussia Dortmund se fija en él y se hace con sus servicios a los 14 años. David fue quemando etapas poco a poco en el club de Westfalia y en 2002 debuta en el primer equipo. Su endiablada velocidad por la banda derecha le convierte en un extremo imparable.
En 2006 debuta con la Selección Alemana. Aquel día descubre el lado repugnante del mundo y es que grupos neonazis critican su presencia en el combinado germano. Decide entonces que un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Desde entonces siempre estaría del lado de la justicia.
Verano de 2006. Tras jugar el Mundial en su país, otro hombre que en su día muchos creían que tenía poderes divinos, decide ir a ficharlo. Justo sobre el plazo de fichajes Don Manué abre un banco de Dortmund un sábado por la tarde y se hace con los servicios de nuestro héroe.
En el Betis, David no tuvo suerte, nunca llegó a tener continuidad, cayendo en lesión tras lesión. Cuando jugaba demostraba ser quizá el futbolista más rápido de Europa, pero la potencia sin control no sirve para nada, y sus galopadas solían acabar con un centro hacia el socio que se encontraba bajo el palomar.
Lo que nadie supo jamás fue el por qué de estas lesiones. En 2007 un villano llamado Lex Luthorquiso hacer estallar la Giralda. Este terrible plan llego a oídos de David, que inspirado por la sangre de Barry Allen que corría por sus venas se enfrentó al canalla y evitó la desgracia, pero en el combate quedó terriblemente herido. Desde entonces rara vez dejó las muletas.
Pero como buen superhéroe tuvo afán de superación, reapareció con la camiseta de las trece barras al final de la temporada 2009-10 para intentar el ascenso a Primera. Dos apariciones épicas en Tarragona y Salamanca casi le convierten en leyenda, pero no pudo ser.
Finalmente tras un año en blanco, en 2011 anuncia que se marcha al Karlsruher, de la Segunda División Alemana, a vivir nuevas aventuras y desfacer nuevos entuertos. Desde aquí le deseamos muchísima suerte a todo un profesional. Nuestro héroe, David Odonkor.
PD: Si alguno todavía cree que no es un superhéroe, aquí está su señora.
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