Un osado político intentó unir a Sevilla y Betis en un mismo recinto. Como si de San Siro se tratara, se construyó el multimillonario estadio de La Cartuja buscando que cada 15 días las dos aceras hispalenses sintieran aquello como su casa. El resultado, una mastodóntica reunión de gradas donde, de vez en cuando, se celebra algún concierto.
Pero no hay empresa, hipoteca o contrato fijo que se le resista a la crisis. Y la rivalidad futbolística en Sevilla no iba a ser menos.
Unirse antes de quedarse sin un lugar de reunión
El barrio de San Diego en Sevilla tenía su peña bética y su peña sevillista. Ambas muy próximas. Cada uno con su equipo. Pero los costes empezaron a ser insostenibles. Cada peña, por sí sola, no podía sufragarse. Fue cuando se les ocurrió hacer una peña común. Misma afición, la mitad de gastos.
De hecho, ambas federaciones de peñas de los clubes las han aceptado como propias de sus equipos. Así nació hace cuatro meses la Peña Cultural Sevilla-Betis San Diego. La supervivencia no entiende de rivalidad y están muy orgullosos de "ser los primeros". 120 socios hasta la fecha y siguen subiendo.
Democracia y equilibrio
Aunque uno se empeñe no es capaz de encontrar desequilibrio en esta peña. Ni más rojo ni más verde. Ni más fotos de Kanouté que de Gordillo. Pero siempre hay preguntas maliciosas: ¿por qué el nombre del Sevilla primero? Y ni ahí los cogemos. Se sorteó y eso llevó a que el socio número uno fuera bético. Democracia servida al milímetro.
Una Junta ‘rojayverde’
Antonio Ramos, sevillista, es el presidente de la peña. Francisco Jiménez, bético, el vice. Ambos vienen juntos a contarnos la historia de su nueva creación. Sigue la balanza en su sitio. "Íbamos a cerrar y aquí somos todos amigos. Lo hablamos y decidimos ir todos de la mano", comenta Antonio.
Único requisito: respeto
Aquí se vive en familia. Partidas de dominó con camisetas mezcladas, buen ambiente y... máximo respeto. "Aquel que la líe o ataque al rival de manera grosera será expulsado. Lo tenemos en los estatutos. Cada uno que anime al suyo. Si se coincide en horarios, el que juega en casa se ve en la tele principal y el de fuera, en la del pasaje", nos comenta Francisco.
Pablito Varela, el socio más joven de la peña
Sus raíces lo llevaron por el camino verdiblanco. Pablito Varela demuestra que esta peña ya tiene buena cantera. Con sólo ocho meses lleva la mitad de su vida siendo socio. Da igual sus colores, es el niño bonito de los socios. Y Pablito sonríe, sea rojo o verde, siempre sonríe.
Llega el primer derbi
El domingo llega la prueba de fuego, el primer derbi desde la fusión. Lejos de rencillas, ellos dan ejemplo. Por todo el barrio hay carteles donde se puede leer que habrá una gran paella y buena bebida desde las dos de la tarde. Una fiesta. De eso se trata. Sólo es fútbol y ellos lo entienden así. Y durante el partido que cada uno anime al suyo. Como diría El Arrebato, todo un "ejemplo de sevillanía".
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